Aquellos maravillosos años...

Que tiempos más felices, gracias a la despreocupación y a la inocencia de aquella juventud, vivía en una burbuja, aislado de todo, y sin ganas de salir de ella. Puede que todos llevemos un Peter Pan dentro. La edad aporta experiencia, la experiencia sabiduría, y esta preocupaciones...
Aunque puede que en el cómputo de todos los aspectos salga fortalecida la edad adulta, no consigo evitar momentos puntuales de añoranza.
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